LA
PALABRA
Se sabe que el ser humano tiene ideas, esas ideas las expresa o comunica por medio de las palabras. Nuestro idioma tiene muchísimas palabras que nos sirven para comunicarnos con los demás.
Las
palabras nos sirven para expresar lo que sentimos y lo que vemos. Con
ellas también decimos cómo son los objetos y qué utilidad tienen.
La
palabra es un conjunto o secuencia de sonidos articulados, que pueden
representarse gráficamente con letras, y por lo general, incorporan un
significado.
Desde
la antigüedad los gramáticos se han dedicado al estudio de la palabra a la que
concebían como unidad básica de la lengua sin preocuparse por
establecer detalles.
Ha
sido en tiempos recientes cuando se ha renunciado a considerar la palabra como
unidad fundamental, precisamente por las dificultades de delimitación.
Entre
las primeras definiciones sobre la palabra está la de Aristóteles, quien la consideraba
como la mínima unidad significativa. Posteriormente, algunos se centraron
en la autonomía de la palabra y la definen como la mínima forma libre o
como la secuencia de elementos fónicos dotada de significación que puede ir
precedida y seguida de pausas virtuales.
Otros,
desde criterios gráficos, insisten en que es una unidad significativa que
se escribe entre dos espacios en blanco; hay quienes, utilizando
un punto de vista formal, funcional y significativo, la considera
como un conjunto de sonidos con un significado asociado y susceptible de
determinado empleo gramatical; y quienes, desde un criterio exclusivamente
formal, piensan que es un conjunto homogéneo de monemas inseparables y
colocados en un orden inalterable.
Sin
embargo, en esta aproximación abordaremos la palabra desde el punto de vista de
sus significados. Encontrarás aquí un breve bosquejo de las relaciones
semánticas de los diferentes tipos de palabras atendiendo a su significado
dentro de un contexto.
Las relaciones
semánticas pueden referirse también a:
La Sinonimia, cuando dos palabras, de la misma
categoría gramatical, tienen un mismo significado o uno muy parecido.
La Antonimia, cuando las palabras tienen significados
opuestos.
La Homonimia, cuando dos palabras se
pronuncian (Homófonos) o se escriben (Homógrafos) igual pero tienen un
significado y un origen diferente.
Parónimas:
Palabras que tienen pronunciación y escritura parecida.
Monosémicas: Palabras que sólo tienen un significado.
La Polisemia, cuando una palabra tiene varios
significados.
Entremos en
detalle:
Sinónimos
Las
palabras sinónimas son aquellas que mantienen vínculos de sinonimia entre sí,
es decir, mantienen un tipo de relación que se refiere al significado.
En definición del Diccionario de la RAE
Sinónimo, ma
1. adj. Ling. Dicho de una palabra o de una
expresión: Que, respecto de otra, tiene el mismo significado o muy parecido,
como empezar y comenzar. U. t. c. s. m.
La distinción que hace la RAE da lugar
a dos tipos de sinónimos:
Totales, cuando las
dos palabras tienen exactamente el mismo significado y se pueden intercambiar
en cualquier contexto (empezar y comenzar).
Parciales, los más
numerosos, ya que la identidad de significado y la intercambiabilidad es
difícil de conseguir.
Los adjetivos incansable e inagotable son sinónimos parciales porque no se
pueden intercambiar; por ejemplo en la oración: “El sol es una fuente de energía inagotable”. En este ejemplo se
observa claramente que incansable no
se puede intercambiar con inagotable,
la energía es inagotable, pero no incansable.
Otro ejemplo de sinónimos parciales son retrato y fotografía, estas
palabras pueden funcionar con el mismo significado, pero estamos seguros que
hay retratos que no son fotografías y fotografías que no son retratos: aquí el
contexto juega un papel relevante.
También
existen otros tipos de sinónimos:
Referenciales: cuando los términos conducen al mismo
referente, pero no significan lo mismo. Muy usado por escritores y periodistas en
sus escritos para evitar repeticiones. Por ejemplo en la oración: “Los aficionados al vino dan mucha importancia a la temperatura de esta bebida. Para disfrutar de los caldos…”, las palabras vino, bebida y caldos serían
sinónimos referenciales.
Connotativos: las palabras en cuestión no
significan lo mismo ni parecido, pero ocasionalmente pueden adquirir esa
connotación. Por ejemplo: Ignacio es un bicho. María es
un monstruo de la natación.
Antónimos
Los antónimos son palabras que guardan
entre sí un tipo de relación semántica llamada antonimia. En definición de la
RAE, un antónimo es:
1. adj. Ling. Dicho de una palabra: Que,
respecto de otra, expresa una idea opuesta o contraria, como virtud y vicio,
claro y oscuro o antes y después. U. t. c. s. m.
Existen varios tipos de antónimos según
el tipo de relación que se establezca entre los términos contrarios:
complementarios, graduales y recíprocos.
Complementarios, también llamados excluyentes,
son aquellos en los que la afirmación de uno anula la posibilidad de que el
otro exista. A este tipo pertenecen parejas de antónimos como legal, ilegal;
vivo, muerto; soltero, casado; apagado, encendido.
Graduales, su oposición admite términos
intermedios, una escala o cierta gradación. Se trata de los antónimos
graduales. Algunos ejemplos son alto, bajo; pobre, rico; lleno, vacío; fuerte,
flojo; blanco, negro.
Recíprocos, necesitan a su contrario
para existir, para tener significado completo. Ejemplos de esta tipología son
cobrar, pagar; enseñar, aprender; recibir, tomar; comprar, vender.
Palabras homófonas
Como las etimologías en su nombre lo
indican, homófonas (homo= igual y
fonos=sonido) son las palabras que suenan
igual, pero se escriben diferente y también significan otra cosa.
Ejemplos de
palabras homófonas son vaya,
baya y valla, pues se pronuncian de manera idéntica, pero cada palabra
tiene un significado distinto. Otros ejemplos:
Ascenso
= (subida), Asenso = (consentimiento),
Asia
= (continente), Hacia = (preposición)
Asta
= (cuerno de animal; madero grande), Hasta = (preposición)
Basto
= (tosco), Vasto = (extenso)
Bello
= (hermoso o bonito), Vello = (cabello delgado)
Palabras homógrafas
Atendiendo a la composición de la
palabra (homo= igual y grafos= escritura) son palabras que se escriben igual, pero tienen
significados diferentes. Los homógrafos también se les conocen como homónimos.
Un ejemplo de homógrafos u homónimos es la palabra “nada”. A veces, indica una conjugación
del verbo nadar, mientras que otras veces significa sensación de vacío. En una
oración, podrías verla así:
A pesar de que José nada con mucho ímpetu, no ha avanzado nada.
El
turista vino desde muy lejos y pidió
una copa de vino. Vino 'forma del verbo venir' y vino
'bebida' son términos homógrafos.
Otros ejemplos:
Alto
= deriva de altura. Alto = se refiere a detenerse.
Acuñar
= troquelar monedas. Acuñar = poner una cuña
Amo
= dueño de un animal. Amo = amar en verbo presente
Banco
= lugar donde se guarda dinero. Banco = objeto, mueble para sentarse.
Cura
= Ministro de culto. Cura = Relativo a la medicina.
Palabras Parónimas
Palabras
que tienen pronunciación y escritura parecida. Se diferencian en la
significación. Palabras que se parecen a otras pero su significado es distinto
y pueden confundirse.
Hombre:
persona. Hambre: ganas de comer
Angosto:
estrecho. Agosto: mes
Acta:
escrito. Apta: competente
Absolver:
exento de culpa. Absorber: acabar por completo.
Adicción:
dependencia. Adición: suma
Palabras Monosémicas
Palabras que sólo tienen un significado. Son
aquellas que tienen un único significado en cualquier contexto o situación, es
decir, que a su significante le corresponde un único significado.
Las palabras monosémicas son menos frecuentes.
La mayoría de las veces son términos usados en alguna variedad específica de la
lengua, normalmente del ámbito científico y jurídico, entre otros.
Por ejemplo, necrosis es una palabra monosémica
que significa muerte de las células y los tejidos de una zona determinada de un
organismo vivo.
Etimológicamente
la palabra "Monosémica" está formada por el prefijo griego
"mono" que significa "uno" o "único".
Veamos
otros ejemplos de palabras monosémicas (un solo significado):
Apendicitis:
inflamación del apéndice
Rural:
relacionado con la vida en el campo
Astronomía:
ciencia que estudia los cuerpos celestes
Geología:
ciencia que estudia la composición de la Tierra y sus cambios
Motocicleta:
vehículo motorizado de dos ruedas
Televisor:
aparato para ver contenido multimedia emitido a distancia
Jueves:
cuarto día de la semana
Palabras Polisémicas
Pluralidad de significados
de una expresión lingüística. Las palabras
polisémicas son las que presentan varios significados, tal y como indica su
raíz etimológica griega. El prefijo poli-,
significa “muchos” y sema,
hace referencia al “significado”.
Ejemplos:
Banco: 1. Entidad financiera; 2. Objeto para sentarse; 3. Grupo de
peces.
Sierra: 1. Herramienta de carpintería; 2. Cadena montañosa; 3. Pez
Cabo: 1. Punta de tierra que penetra en el mar; 2. Grado militar; 3. Cuerda en jerga marina
Hay distintos tipos de polisemia o causas por las que dos palabras
llegan a ser polisémicas:
Sentido figurado: a veces
se echa mano de metáforas para
referirse a algo. Por ejemplo, al referirse a las “patas” de una mesa para
designar los soportes que la sujetan como si fueran las patas de un animal. O
las de un pantalón como si fueran las “piernas” (patas sería un vulgarismo en
este caso) de una persona.
Lenguaje especializado: el
contexto dicta lo que significa en cada caso la misma palabra. La “masa”, si
estamos leyendo sobre cocina, no es lo mismo que la masa que puede usar un
albañil en las construcciones. Tampoco a la que se refiere un profesor de
física o química en sus lecciones. O de sociología, por ejemplo, si se refiere
a las masas como conjunto de personas.
Influencia de palabras extranjeras: una palabra en español puede adquirir y añadir significados
derivados de los que esa palabra tiene en una lengua extranjera. Por
ejemplo, por influencia del inglés, la palabra “romance” adquirió el
significado de amorío. “Evento”, el de acontecimiento.
Evolución del término: en las
distintas épocas, la realidad a la que se refiere una palabra pueden variar de
forma. La palabra “tecla” de
los instrumentos musicales se empleó luego en todo aquello que se pulsara, ya
fueran máquinas de escribir, ordenadores y cualquier tipo de pieza móvil; y más
allá para indicar una idea “has dado con la tecla”.
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